¿Te suena? Probablemente, retumben en tus oídos esas palabras, cargadas de emoción, que te dices a ti mismo/a cuando afrontas situaciones muy estresantes. Seguramente, hayas sentido esa sensación como un nudo en la garganta, una opresión en el pecho, un ahogo…

¿Qué tiene de bueno el estrés?

Cuando experimentamos, pensamos o imaginamos una situación que, aparentemente supera nuestras capacidades, la mente la interpreta como amenazadora y genera una respuesta de estrés en el organismo. El miedo o la rabia son las emociones que la desencadenan. Esta reacción es un proceso natural de adaptación del organismo a los cambios del medio que nos rodea. El estrés nos permite afrontar con éxito lo desconocido, la incertidumbre y, sobre todo, aquellas situaciones amenazantes que ponen en riesgo nuestra supervivencia física o el bienestar emocional. Esta estrategia de respuesta aumenta nuestro funcionamiento fisiológico y mental, al tiempo que dosifica nuestros recursos energéticos ¿Cómo lo consigue? El estrés nos “activa” durante un periodo de tiempo, poniendo en marcha los mecanismos necesarios para dedicar más recursos ante esas situaciones que requieren mayor esfuerzo físico y/o mental. Tras afrontar el desafío, la amenaza o el peligro, volvemos a “desactivarnos” para recuperar los recursos gastados y restablecer nuestro estado inicial de equilibrio.

¡Tu equilibrio emocional depende de un “guisante”!

Las neurociencias nos revelan que este proceso adaptativo se genera bajo el control y la coordinación del hipotálamo. Esta pequeña estructura cerebral del tamaño de un guisante, forma parte de nuestro cerebro más antiguo y resulta fundamental para mantener el equilibrio interno del organismo. Mediante los neurotransmisores y las hormonas consigue que nuestro cuerpo efectúe los cambios fisiológicos necesarios para adoptar el comportamiento más adecuado a la experiencia que estemos viviendo. Debido a que actúa como regulador de la química del cerebro, el hipotálamo está muy implicado en nuestros estados emocionales (SOUSA & GÓMEZ, 2020).

En el proceso de respuesta al estímulo estresor (en el cual intervienen la amígdala, el hipotálamo, la hipófisis y las glándulas suprarrenales), nuestro organismo libera una serie de hormonas que alteran el metabolismo, entre las que destacan la adrenalina y el cortisol, también conocido como “la hormona del estrés y de la ansiedad”. En el proceso de estrés, experimentamos un gran aumento de cortisol que tarda varias horas en desaparecer hasta recuperar el nivel normal.

¿Y qué pasa cuando no te “desactivas”?

Los contextos muy adversos pueden provocarnos un estrés muy intenso o demasiado prolongado en el tiempo, permaneciendo constantemente en estado de alerta, sin poder dedicar tiempo a la relajación o recuperación del organismo. La doctora y reconocida divulgadora científica MARIAN ROJAS ESTAPÉ (2021) nos muestra las nocivas consecuencias que provoca el estrés crónico sobre el organismo, resultando perjudicial para nuestra salud y bienestar emocional. Cuando una persona vive constantemente en estado de alerta, interpreta la realidad peor de lo que es.

En condiciones de estrés continuo se produce un desequilibrio hormonal; los niveles de cortisol se incrementan hasta un 50% por encima de lo recomendable. Este exceso produce toxicidad sobre el organismo afectando a nivel físico, psicológico y etológico. Aparecen síntomas como caída de pelo, taquicardias, problemas gastrointestinales, dolores musculares, migrañas, etc. También tiene efectos perjudiciales sobre el sistema inmunológico y, actualmente, se estudia su impacto negativo a nivel genético. En el sistema nervioso causa una saturación de los mecanismos de adaptación y reacción, provocando un bloqueo neurológico que deriva en diferentes enfermedades. Al afectar al desarrollo de la actividad cerebral, se altera significativamente tu estado emocional. Aumenta tu nivel de ansiedad, irritabilidad e ira, modificando inadecuadamente tu comportamiento y tus relaciones, hacia los demás y contigo mismo/a. Cuando pasa el tiempo y la causa del estrés no se resuelve, surge la tristeza. Y la depresión es la enfermedad de la tristeza.

“Aprende a respirar con atención en momentos de calma… Ve entrenando tu mente poco a poco, paulatinamente.
Presta atención a lo que te rodea, conectando de forma profunda con tu esencia,  hasta llegar a descubrir un mundo maravilloso”
(M. Rojas Estapé)

¿Conoces esta fórmula natural que disminuye el estrés?

La psiquiatra ROJAS ESTAPÉ nos revela una de las fórmulas más efectivas para reducir el estrés, evitando los efectos perjudiciales que el exceso de cortisol provoca en nuestro organismo. Si practicas ejercicio con regularidad, de forma suave y relajada, de baja intensidad o, simplemente, con el hecho de caminar, mejora tu salud y bienestar emocional. Al caminar disminuyen tus niveles de cortisol y fomentas la producción de serotonina y endorfinas, conocidas como “las hormonas de la felicidad”, que reducen la ansiedad y ayudan a combatir la depresión. El ambiente en el que practicas el ejercicio también es un factor importante. Cuando caminas en el campo, al aire libre, lejos del ruido y la contaminación de las grandes ciudades, aumentan sus beneficios físicos y psíquicos para el organismo. La naturaleza y los seres vivos inducen en la mayoría de las personas un estado de bienestar, al aumentar los niveles de dopamina “la hormona del placer”, con efectos positivos significativos en la autoestima y el estado de ánimo, ayudándonos a pensar con mayor claridad. Y además, cuando lo practicas en grupo se reduce el estrés, la depresión y los sentimientos negativos, al tiempo que aumentan los positivos y la salud mental, debido al aumento en los niveles de oxitocina “la hormona de la confianza y el amor”.

 

¿Quieres entrenar tu mejor fórmula “antiestrés”?

(Caminar + Naturaleza + Grupo) x emonatura = Salud y Bienestar emocional

Saboreamos el presente, momento a momento.

Enriquecemos tu experiencia sensorial y emocional.

Observamos desde diferentes perspectivas.

Compartimos emociones, reímos y lloramos.

Nos sentimos escuchados, sin juicios. Agradecemos.

Con emonatura TÚ sientes el cambio!!!

 

Ilustración original © Emonatura (2023)

REFERENCIAS

– Ministerio de Sanidad (2022). Estilos de vida saludables. Actividad física y sedentarismo. https://estilosdevidasaludable.sanidad.gob.es/actividadFisica/home.htm

– ROJAS ESTAPÉ, M. (2021) Cómo hacer que te pasen cosas buenas (33ª edición). Ed. Espasa

– SOUSA, I. & GÓMEZ, D. (2020) Neurociencia aplicada al coaching. Ed. www.triunfacontulibro.com

 

 Los 4 escenarios emocionales que no te puedes perder en primavera(En el próximo artículo)